El Spelinspektionen, u organismo regulador del juego en Suecia, condenó al operador de juego Betsson por una supuesta irregularidad consistente en vender cupones utilizados para recargar las cuentas de juego online de los usuarios a través de las cadenas de tiendas de conveniencia locales Pressbyrån y 7-Eleven. Estos comercios hacían las veces de agentes de juego en nombre de Betsson, sin estar registrados como tales lo que era susceptible de ser considerado una infracción.
La multa fue emitida por el organismo regulador el año pasado junto a una advertencia, debido a una serie de supuestas infracciones de la Ley de juegos de azar de Suecia la cuál sería posteriormente apelada por Betsson.
El Tribunal Administrativo falla en favor de Betsson
Betsson finalmente ha salido bien parado de esta situeación puesto que el Tribunal Administrativo ha considerado que la situación no estaba cubierta por las disposiciones de la Ley de juegos de azar sobre agentes de juego, ya que la venta de cupones no supone la venta de productos de juego como tales, el recibo de apuestas o la mediación de ganancias.
El tribunal también consideró que Betsson no ha recibido pagos de nadie que no sea un proveedor directo de servicios de juego ni tampoco ha recibido dinero en efectivo como pago por juego online a través de la venta de dichos cupones.
El motivo de la sanción
Betsson lanzó una tarjeta de pago el mes de marzo de 2019 en colaboración con Mastercard, mediante la cuál los usuarios podrían acceder a boletos para sucesos deportivos y otras ofertas de juego.
Spelinspektionen determinó que esto constituía el uso de bonificaciones no autorizadas, ya que los operadores en Suecia solo pueden ofrecer una bonificación única a los clientes al registrarse.
El Tribunal Administrativo determinó que las entradas y otros beneficios similares suponían el ofrecimiento de un bono no autorizado, pero que las declaraciones de Betsson no constituían ofertas de ese tipo en el sentido de la ley. Por lo tanto, el tribunal llegó a la conclusión de que Spelinspektionen no tenía motivos para emitir una advertencia a Betsson ni por tanto a sancionarle.
La decisión del Tribunal Administrativo aún puede apelarse más arriba ante el Tribunal Administrativo de Apelación de Jönköping, que tiene varios casos en proceso relacionados con interpretaciones de la ley sueca del juego.
Spelinspektionen ha visto como algunas de sus decisiones han sido apeladas
A principios de este mes, el Tribunal de Apelaciones rechazó la autorización del regulador para apelar un caso contra Spooniker, marca subsidiaria de Kindred, sobre una cuestión referente al límite de depósito que afecta al juego en el país y que podría haberse visto vulnerado. Spelinspektionen había emitido sanciones anteriormente contra Kindred debido a que se permitía a los jugadores depositar y jugar juegos de casino con más del máximo de 5.000 coronas suecas por mes, aumentando y reduciendo su límite de depósito.
Dichas sanciones fueron revocadas en apelación, y aunque Spelinspektionen advirtió que la interpretación del tribunal corría el riesgo de hacer que el límite del depósito no se pudiera llevar a cabo tal y como establece la Ley, la apelación del organismo regulador fue rechazada.
El mes pasado, el Tribunal de Apelación de Jönköping redujo las sanciones contra Genesis Global y Aspire Global’s AG Communications, después de determinar que el regulador no podía basar las sanciones en el volumen de negocios por infracciones poco después de la apertura del mercado regulado sueco.