La casa de apuestas PAF es conocida por su compromiso con la sociedad y por su manera de proceder siempre marcada por una fuerte ética. Sus campañas de recaudación de fondos, donaciones y gestos similares con las personas y colectivos más vulnerables son una constante, y de hecho una parte importante de sus ingresos va destinada a labor social.
Es también una de las casas que más trabaja contra el juego impulsivo, contando con métodos de detección de comportamientos que puedan derivar en enfermizos y en apoyar con personal cualificado para tratar problemas derivados del juego.
PAF reduce la pérdida anual máxima por jugador a 20.000€
En esta ocasión, la casa de apuestas finlandesa ha anunciado que reduce nuevamente el límite de pérdidas anual que puede sufrir un jugador. Se trata de un movimiento en pro del juego responsable, una decisión que ha sido aplaudida desde Cruz Roja.
Este límite no ha hecho más que reducirse desde que fue implantado recientemente, en el año 2018. Entonces era de 30.000€, que en 2019 pasarían a ser 25.000 y ahora con esta nueva medida se quedarán en 20.000€. Se trata de una reducción de 1/3 en un período de 2 años.
El Director Ejecutivo de PAF, Christer Fahlstedt, reconocía que en la compañía se sienten orgullosos por esta iniciativa. Son conscientes de que estos límites ponen freno a los apostadores de grandes cantidades y de ese modo se previenen las situaciones no deseadas, derivadas de perder esos importes.
Desde PAF aseguran que para la viabilidad del negocio de un operador de juego no son necesarias las cantidades tan desorbitadas que apuestan algunas personas, y que se puede ofrecer juego y entretenimiento de este tipo, sin exprimir a los usuarios.
PAF, a la cabeza en solidaridad
Cuando PAF decidió crear la figura del límite anual de pérdidas fue la primera casa de apuestas del mundo en hacerlo, algo lógico conociendo la manera con la que tratan todo este tipo de cuestiones.
En el sector del juego la figura del límite anual de pérdidas ha sido reconocida y muy bien valorada, y en parte ha supuesto que PAF haya sido reconocida como la empresa de juego más sostenible en el mercado sueco.
Para la compañía puede suponer unas pérdidas entre los 2 y los 3 millones de euros, aunque sobre esto el propio Christer Fahlstedt afirma que todo lo que sea positivo para los clientes es bueno para PAF, y del mismo modo que la compañía renuncie a ese dinero.
Sobre esta cuestión queda un punto sin tratar y es que 20.000€ no valen lo mismo para todas las personas. Es decir, que si un trabajador pierde 20.000€ supondrá toda una tragedia para su economía porque seguramente suponga más de la mitad de su sueldo, sin embargo si el apostante es una figura de la música y gana millones de euros al año, apenas le supondría el 1% de sus ingresos.
En todos los casos PAF sigue a la vanguardia en ética asociada al juego y por innumerables muestras de ello puede caminar con la cabeza erguida por esta razón. El objetivo de la empresa es no perder nunca esa posición que tan buena fama y simpatías le ha generado entre los aficionados al juego, operadores privados y administraciones públicas.
PAF, colaborador de Cruz Roja
Paf colabora de forma estrecha con Cruz Roja y todos los años destina parte de sus ingresos a la gran labor social que desempeña esta asociación. Desde Cruz Roja ven con muy buenos ojos la reducción del límite anual de pérdidas, pero no se sorprenden puesto que son conocedores de la buena fe con la que se mueve PAF.
Tomas Urvas, Gerente de Operaciones de Cruz Roja, afirmaba que cada día puede comprobar de lo que es capaz Cruz Roja gracias a los fondos que aporta PAF, y veía como algo digno de elogio el hecho de haber reducido voluntariamente el límite de pérdidas anual.
Este compromiso con el juego responsable también aporta beneficios económicos a la compañía, ya que muchos jugadores a los que les resulta indiferente en qué casa de apuestas colocar un pronóstico, prefieren escoger a PAF puesto que si pierden saben que al menos parte de su dinero irá destinada a labores humanitarias.
Este límite de pérdidas entrará en vigor el 1 de enero de 2021 y será de aplicación para todos los usuarios de PAF a través de internet.
