Relacionada a priori con el mundillo de la ruleta, la martingala ha sabido trascender con el paso de los años, pese a que históricamente contó con defensores pero también con muchos detractores. En pocas palabras, consiste en apostar un monto fijo inicial y, en el caso de perder, duplicar dicha cantidad hasta ganar. Y al ganar, empezar de cero. Es por esto que se trata de un sistema de juego generador de mucha controversia, fundamentalmente por los riesgos que se corren al utilizarlo.
Esta estrategia, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII en Francia, desembarcó hace tiempo en el ámbito de las apuestas deportivas y, como suele suceder, fue el fútbol el deporte en el que aparecieron las primeras ideas para ponerla en práctica. De movida, es inteligente tomarla como una opción a corto o mediano plazo, no más allá.
Martingala al empate
Una de las alternativas más populares y preferidas es la del empate. El punto es elegir una liga que conozcamos y realizar un estudio minucioso de las temporadas más recientes. Con esos datos sabremos cuáles son los equipos que suelen empatar con mayor frecuencia y será el momento de optar por uno de ellos para probar suerte. En este caso, la misión radicará en apostar por el empate de este equipo en una jornada y así sucesivamente si la igualdad no se da, siempre doblando la suma apostada.
Un ejemplo para entenderlo con mayor claridad. Seleccionamos al Betis en la Primera División española y le jugamos 1 euro al empate en una fecha. Si el Betis no empata, en la fecha siguiente le ponemos 2 euros al empate. Si sigue sin empatar, 4 euros y así hasta acertar. Cuando finalmente acertemos, será momento de volver a apostar 1 euro. Lo positivo de esto es que el acierto nos permitirá recuperar las pérdidas anteriores. Lo negativo es que, dependiendo de la racha, podemos llegar a necesitar un bankroll muy cargado para evitar la quiebra. Además, las casas de apuestas ponen límites en los montos para poner en juego, lo cual también podría ser un inconveniente.
Como vemos, existen situaciones en que la aplicación de la martingala en el fútbol puede resultar peligrosa. De hecho, muchos especialistas aseguran que, tarde o temprano, conduce al fracaso total en el aspecto financiero. Para que no sea así es importante escoger muy bien, pensando cada paso y llevando a cabo elecciones a conciencia. Asimismo, lo ideal siempre es empezar con un importe lo más bajo posible, al igual que tener ojo y conocimientos para saber cuándo es el momento indicado de tomar una determinada decisión.
Martingala a la contra
Una variante que bien puede adaptarse a otros deportes tiene que ver con apostar a que tal equipo pierde. En ese caso habrá que analizar una liga y elegir a los peores conjuntos, que por ende serán los que cuenten con mayores chances de perder. Entonces, como hicimos con el empate en el ejemplo anterior, aquí vamos por la derrota de uno de los equipos en cuestión hasta que esto se dé. Por supuesto que los riesgos permanecen latentes. De hecho, esta alternativa se ajusta mejor a instancias de eliminación directa; por ejemplo, en una Champions League, una Europa League, una Eurocopa o un Mundial, entre otras competiciones de renombre.
En los papeles, si cada fin de semana apostamos en contra de uno de los peores equipos de una liga, es muy probable que tarde o temprano acertemos y finalmente recuperemos las pérdidas anteriores. Pero claro, no tenemos certezas sobre cuándo llegará el momento de la ganancia, con lo cual es clave contar con un buen colchón de saldo antes de comenzar.
No apta para novatos
El uso de la martingala para apostar en fútbol no es para cualquiera. Y no se trata de subestimar a nadie, sino que una responsable administración de esta estrategia requiere inevitablemente mucho orden, calma y estudio. En ese sentido, registrarse en más de una casa de apuestas puede ser una buena opción, ya que de ese modo es posible aprovechar las mejores cuotas en cada jugada.
El factor ‘azar’ también juega un papel importante en el tema, dado que esto no deja de ser fútbol y sabemos muy bien que a menudo se dan resultados injustos, lejanos a lo exhibido dentro del campo. La frialdad, la experiencia, el oportunismo y la intuición pueden ser cuestiones significativas, tanto para lograr un éxito como para evitar un cimbronazo en nuestra realidad económica. Paralelamente, es muy factible que la ansiedad y los apuros nos acerquen -o lleven, directamente- a la bancarrota.
Cuando hablamos de “estudio” nos referimos a muchísimos temas. Información, estadísticas, antecedentes, jugadores suspendidos y lesionados, condiciones meteorológicas, estado del terreno de juego, estados de ánimo, problemas institucionales, deudas en los salarios por parte de la directiva y más. Aunque pueda resultar curioso, esos asuntos y muchos otros pueden influir en el desarrollo de un partido de fútbol, y de esa manera entorpecer la suerte de nuestros pronósticos.