Inglaterra vs Senegal Mundial Qatar: Los británicos acabaron con el sueño africano

En el deporte en general, y en el fútbol en particular, hay reglas que no están escritas pero que todos conocen, y que se cumplen casi al pie de la letra. Una de ellas es que en los momentos claves de los grandes torneos, como es una Copa Mundial de Fútbol, las selecciones candidatas a ganar el título, se imponen a las aspirantes.

¿Por qué sucede esto? Pues por un motivo muy simple: unas, las candidatas, cometen muy pocos errores y definen en los últimos metros; y otras, las aspirantes, no lo hacen.

El comienzo

El primer tiempo no es que fuera bastante tranquilo, es que rozó el ser soporífero durante gran parte del mismo, en el que Inglaterra aprovechó la oportunidad que tuvo en el minuto 38, marcando un gol por medio de Jordan Henderson a pase de Jude Bellingham.

Porque Senegal, cuando tuvo la oportunidad de definir y de hacer temblar los cimientos del Imperio Británico, no lo aprovechó. Con dos ocasiones, la primera con un disparo por encima del larguero de Ismaila Sarr, al pegar a bocajarro un balón que le llegó tras un intento de remate del delantero centro, Boulaye Dia. Y digo intento de remate porque el balón rozó en la mano de un defensor ingles, de la misma manera que el balón había rozado en la mano del defensor francés en el partido entre Francia y Polonia, y que el colegiado ahí sí que señaló penalti, pero aquí no quiso ver nada de nada. Cosas del fútbol. Especialmente cuando juega Inglaterra. 

La segunda fue justo pasada la media hora de juego de la primera mitad, y de nuevo con Boulaye de protagonista, que volvió a dejar helada la sangre de los aficionados ingleses, que abarrotaban las gradas del estadio Al Bayt de Doha, cuando remató al borde del área pequeña, un poco escorado hacia la izquierda, un balón cruzado que rechazó el portero inglés Jordan Pickford.

Hasta aquí llegó Senegal. Sonaron las campanadas de la media noche, la carroza se convirtió en calabaza y ningún principé recogió el zapatito de cristal de Cenicienta. A partir de ese momento se impusieron los de las islas, cuando Henderson remató al fondo de la red un pase raso y preciso de Bellingham.

Luego fue el propio Bellingham el que capturó un rebote desde la defensa, lo condujo y lo pasó a Foden, para que diese un pase en profundidad en el final del descuento de la primera parte, que aprovechó Harry Kane, fusilando con la derecha el portero senegalés del Chelsea, Mendy, que sólo pudo hacer como que quería parar el trallazo.

La continuación

Inglaterra salió de los vestuarios sabiendo que el trabajo estaba hecho, y que el partido estaba en el bolsillo. Senegal estaba muerta, y la segunda parte se convirtió en un mero trámite viendo cómo la selección africana se había rendido y parecía estar pensando más en el viaje de regreso a casa que en lo que quedaba de encuentro.

Esto lo aprovechó de nuevo Inglaterra con el tercer y definitivo gol, obra de Bukayo Saka a pase de Fonde desde la izquierda.

Los ingleses se relajaron a partir de este instante. No arriesgaron más. El pensamiento estaba puesto en el partido de cuartos de final del próximo sábado día 10, contra la selección Francesa, mientras que Senegal no tuvo ni un sólo argumento que hiciera pensar que Inglaterra iba a tener ni un sólo problema en lo que restaba de encuentro. 

Tan poco exhibió Senegal que sólo tuvo una llegada a la portería inglesa en los minutos finales que sólo sirvió para la estadística, porque en el terreno de juego el aburrimiento provocó un bostezo más grande aún que la victoria de la selección de Inglaterra. 

El final

Senegal es de esas selecciones que tienen la capacidad de poder sorprender al mundo, pero se quedan siempre muy cerca de alcanzar la orilla, pero que nunca llegan a dejar de ser aspirantes para convertirse en candidatos. Porque no tienen el toque final, la definición en la jugada que separa a la élite de los que hacen un buen papel en la competición. 

A Inglaterra le espera Francia, la otra poderosa  con la que medir fuerzas futbolísticas en un partido que se antoja que será para la historia,  porque lo de esta noche sólo fue una china en el camino de los británicos en sus intenciones de pelear un trofeo mundialista que se les niega desde 1966, hace 56 años.

Cuotas tras la victoria de Inglaterra