La empresa propietaria de Ladbrokes está considerando hacerse con el negocio europeo de William Hill en una clara señal que indica la posibilidad de lanzar una oferta por las casas de apuestas de la compañia ubicadas en Reino Unido.
Según los informes, el grupo Entain que también ostenta la titularidad de bwin y Partypoker, estaría planeando sobre William Hill con la intención de vender sus activos europeos.
Dura punta entre gigantes del sector del juego
No obstante, el Sunday Telegraph informa que el gigante estadounidense de capital privado Apollo Global Management sería el situado en la primera posición para hacerse con una subasta que se espera ronde los £ 1.200 millones.
Entain y Apollo Global Management también compiten actualmente para comprar el gigante de apuestas australiano Tabcorp, sin duda un caso de poder a poder entre 2 grandes del sector del juego.
William Hill sigue envuelto en movimientos de tipo corporativo
William Hill fue adquirido por 2.900 millones de libras esterlinas a principios de este año por Caesars Entertainment, un operador de casinos de gran prestigio en Las Vegas.
Caesars afirmó más adelante que planeaba vender las 1.400 tiendas de apuestas del Reino Unido y el negocio online europeo de William Hill, centrándose principalmente en el mercado estadounidense.
La subasta de estos activos comenzó el pasado mes de mayo y las ofertas de la primera ronda se cerrarán este martes.
Hay indicios de que Apollo Global Management parte con cierta ventaja sobre otros postores, ya que estaba considerando la compra de todo William Hill a principios de este año, y la diligencia ya emitida lo ha puesto en una posición más avanzada.
888 y Betfred también en liza
También exiten rumores de que el propietario de Betfred, Fred Drone y la firma israelí 888 Holdings estarían interesados en presentar una oferta.
Sin embargo, Drone ya posee 1.600 tiendas en todo el Reino Unido con lo que la adquisición de los locales de William Hill le supondría casi la mitad de todas las ubicaciones de apuestas físicas en el país.
Esto probablemente derivaría en conflicto de competencia, lo que tendría que ser revisado por los reguladores.
