El “boom” de las apuestas deportivas se ha establecido en España, algo que ha provocado que, poco a poco, escuchemos en las conversaciones de la gente términos relacionados con este mundo. Uno de ellos es el de “cierre” de las apuestas, también llamado “cashout”.
En este caso, las casas de apuestas permiten cerrar nuestras apuestas a cambio de una comisión. Esta opción es, sin duda, una de las mejores estrategias para las bookies, ya que son las mayores beneficiadas de ello. Las salas ganan muchísimo dinero gracias a los llamados “cierres por defecto”, algo que realizan la mayoría de los apostantes por el miedo a perder y las ganas de lograr un beneficio rápido, aunque sea bastante inferior al que se pudiera obtener al final.
Cuándo se debe realizar un “Cashout”
En teoría, únicamente se debería cerrar una apuesta si en ese preciso momento creemos que el valor de la apuesta está en el equipo o jugador por el que no hemos apostado, es decir, si en un partido de fútbol hemos apostado por el menos favorito, y en ese instante va ganando el partido, pero todo hace indicar que acabará perdiendo. Esto sólo resultará beneficioso a largo plazo si nuestras estimaciones se van “cumpliendo”, ya que no siempre acertaremos el resultado final de un evento.
Por lo tanto, el apostante más profesional nunca debe efectuar cierres por defecto, simplemente realizará apuestas individuales estimando el “value” de cada apuesta, sin tener en consideración ninguna de las estimaciones previas que haya hecho.
El problema del “Cashout” por defecto
Los apostantes sufren mucho con las apuestas, y cuando están sufriendo a nivel psicológico, sus acciones no van a ir encaminadas a maximizar el beneficio. El apostante habitual suele buscar la tranquilidad personal, y por ello, suele cerrar por defecto, sin embargo, a la larga, perderá dinero a cambio de salud.
Con esa frase podemos resumir la esencia de los “cierres” de las apuestas o “cashout”. El usuario se quita un sufrimiento de encima a cambio de obtener beneficios a largo plazo. En definitiva, debemos evitar pensar que cerrando por defecto conseguiremos ganar más, porque evidentemente no es así. Sólo nosotros podremos decidir hasta qué punto nos compensa cerrar las apuestas.