Betfred Limited ha presentado sus cuentas corporativas para el ejercicio de 2020 (período informado hasta el 27 de septiembre), revelando el impacto que ha dejado la complicada situación que se lleva viviendo desde marzo del año pasado en sus unidades comerciales.
El primer dato es una reducción en los ingresos
El grupo de apuestas propiedad de Fred Done vio cómo las apuestas de su grupo se redujeron de £ 10 a £ 6.5 mil millones, como resultado del cierre forzoso de sus propiedades de apuestas en el Reino Unido y otros tipos de restricciones que aplicaron los gobiernos.
Operando con una unidad minorista muy mermada, Betfred dejó caídas en todas las métricas de primera línea, ya que los ingresos corporativos cayeron a £ 524 millones, un 16% menos que los £ 621 millones del FY2019.
Sin embargo, al registrar un rendimiento crediticio excepcional de £ 99 millones, Betfred declararía de este modo un tanto artificial ganancias operativas del grupo por valor de £ 104 millones, un 40% más que las £ 75 millones que hubo en 2019.
La nota positiva la puso la batalla fiscal de la HRMC
La devolución del crédito de £ 99 millones es debida a que Betfred ganó su disputa fiscal de larga data de la HMRC sobre los cargos fiscales de FOBT, los cuales fueron calculados incorrectamente con datos tomados entre 2005 y 2013.
Al proporcionar un desglose de los gastos operativos, Betfred mantuvo sus aranceles de apuestas comparables en £ 55 millones, mientras que el grupo vio caer sus aranceles de máquinas de juego a £ 38 millones (FY2019: £ 64 millones).
Descenso del EBITDA
Betfred citó que, excluyendo su retorno de crédito HMRC, la compañía habría reportado un EBITDA para todo el año 2020 de £ 35 millones, un 27% menos que los resultados de 2019 de £ 48.5 millones. Las cuentas de 2020 obligaron a Betfred a reducir la plantilla de su grupo a 6900 de 7,150, y la casa de apuestas no tuvo otra vía que revisar todas las unidades no rentables en busca de sacar adelante la situación.
