El actual Ministro de Consumo y autor de libros como «Por qué soy comunista», Alberto Garzón, ha declarado en Televisión Española que las casas de apuestas son un «coladero de menores de edad que participan en una actividad ilegal».
Alberto Garzón en «La Hora de la 1»
Garzón está jugando un papel clave para el futuro de la industria del juego en España ya que es el principal promotor de un Real Decreto que si llega a aprobarse prohibirá la publicidad de casas de apuestas, casinos, bingos y cualquier otra forma de juego privada, salvo en contadas ocasiones.
Por ese motivo ha sido preguntado en el programa «La Hora de la 1», un espacio en el que el político no ha tenido enfrente nadie que pudiera replicarle ni por lo menos solicitarle algún tipo de dato respecto a las afirmaciones que iba sosteniendo.
Alberto Garzón ha declarado que en las casas de apuestas presenciales entran menores de edad con frecuencia puesto que el camarero no se siente con autoridad para pedirles el DNI.
Sobre esta cuestión se ha hablado largo y tendido desde que este tipo de negocios llegaron a nuestras calles y por ese motivo desde la Policía Nacional se han llevado a cabo operaciones específicas.
La operación policial que desmiente las palabras del Ministro
En septiembre de 2019 se activó la «Operación Arcade» que consistía en que agentes de Policía Nacional, Policía Foral de Navarra y Mossos de Escuadra entrasen en el mismo instante en 1.881 casas de apuestas y salones de juego de España, e hiciesen un informe con las edades de los clientes, con el fin de detectar menores y proceder a sancionar a los responsables. La policía autónoma vasca no se opuso a la operación pero prefirió no participar por considerar inapropiado facilitar los datos de los clientes de estos negocios.
El resultado fue 28 menores de edad en el interior de estos locales, es decir 1.48 menores por cada 100 locales de juego, en términos policiales un incidente delictivo prácticamente despreciable.
Los propios Jefes de Unidad y dirigentes de la operación declararon ante los medios de comunicación la responsabilidad predominante entre los locales de juego, y que la situación quedaba muy lejos de ser un dato alarmante.
Las palabras de Garzón en la televisión podrían venir desde el desconocimiento pero también desde la intencionalidad, con la idea de justificarse ante la población de cara a su Ley, en una clara divulgación de preocupación o incluso de miedo, multiplicando un problema que aunque pueda existir, no es tan sumamente profundo.
La Ley de la Publicidad del Juego
Esta nueva ley se encuentra en la última fase de cara a su aprobación y en palabras del propio Garzón será inminente que entre en vigor.
Desde el sector se critica por varios motivos, empezando porque en relación con la publicidad trabajan muchísimas personas en España y dada la situación de crisis sin precedentes a la que nos enfrentamos, no es el mejor escenario para tratar este tipo de cuestiones.
También se le critica por juzgar de manera totalmente opuesta al juego público respecto al juego privado, en un gesto que puede considerarse por cuestiones más ideológicas que ajustadas a la realidad.
Tampoco se ve con buenos ojos una prohibición tan estricta, porque la publicidad permite a muchas personas identificar a las casas de apuestas legales para operar en España de las páginas de juego ilegal.
Si bien los usuarios que juegan bajo el marco legal, lo hacen en un entorno de protección de datos, detección de usurpaciones de identidad, sistemas de aviso ante amaños, control fiscal y de blanqueo de capitales,… en una página de juego sin licencia el jugador estará expuesto, así como su seguridad que será mucho más vulnerable.
Otro aspecto que no ha gustado nada en el sector es que Garzón ha obviado que en España existe una regulación del juego, que entre otras cuestiones tiene la finalidad de cuidar por la seguridad de los usuarios e impulsar medidas para fomentar el juego responsable y moderado. En esa regulación formaron parte activa todos los agentes implicados, como la administración, el organismo regulador, responsables de operadores de juego y agentes sociales. En este caso Garzón no ha contado con nadie.