Borja Iglesias, o “el Panda” como lo llamamos con cariño, nos ha demostrado que lleva el fútbol en la sangre. Sus goles con el Betis alegran a la afición semana tras semana. Pero, más allá del césped, su voz resuena fuerte contra la homofobia y el racismo.
No cabe duda que este gallego rompe moldes. Su imagen, su manera de hablar y su compromiso lo hacen diferente. Promueve un fútbol humano, donde el respeto vale tanto como los goles. En un deporte obsesionado con ganar, él pone los valores por delante. Parece que su legado va más allá de los números. Sus goles son geniales, pero su corazón es lo que lo hace grande.
Un camino lleno de goles del Celta B al Betis
Arrancó en el Celta B, donde ya apuntaba maneras como goleador. Allí, en las categorías inferiores, sus goles empezaron a sonar fuerte.
Luego, en el Real Zaragoza, durante la temporada 2017-2018, marcó 22 tantos en Segunda División. Claro está, eso lo llevó al Espanyol, donde siguió brillando con su olfato.
En 2019, el Betis pagó 28 millones por él, y no me extraña. En Sevilla, se ha convertido en un referente del ataque verdiblanco. Verlo liderar la delantera es un espectáculo que nunca cansa.
“El Panda” nos conquistó el corazón
Muchos se preguntan de dónde viene lo de “el Panda”. En el Celta B, sus compañeros lo bautizaron así por su parecido con el personaje de Kung Fu Panda. Más bien, refleja su estilo: tranquilo fuera, feroz dentro del área.
Sus goles son solo una parte; en redes sociales, él conecta con la gente como pocos. Comparte risas, pensamientos y hasta críticas sociales con naturalidad. Los aficionados lo adoran por eso. Aún así, detrás de su humor hay un mensaje claro: el fútbol es para todos.
Apoyo al colectivo LGTBIQ+
En un deporte donde muchos callan, Borja alza la voz por el colectivo LGTBIQ+. Usó cordones arcoíris en sus botas, un gesto que dice mucho sin palabras.
Además, en 2020, escribió en redes un mensaje contra la homofobia que nos puso la piel de gallina. Parece que entiende que el fútbol debe incluir a todos, sin excepciones. En un entorno tan cerrado, su valentía merece aplausos. Los fans, por lo general, lo ven como un ejemplo, y tienen toda la razón.
Gritos contra la injusticia y su lucha antirracista
Borja no se queda de brazos cruzados ante el racismo o la homofobia. En 2021, tras un incidente racista en LaLiga, condenó los hechos con firmeza. Pidió medidas más duras, y no se guardó nada. También se unió a una campaña de LaLiga en 2022 contra la intolerancia.
Por lo tanto, sus acciones pesan más que cualquier discurso. Claro está, en un fútbol que aún arrastra estos problemas, él es un rayo de luz.
Cinco datos curiosos sobre Borja Iglesias
Es un artista, un líder, un estratega y, sobre todo, un ser humano comprometido con dejar una marca positiva en el mundo:
- Apasionado por la música y colaborador con Arkano
Sorprendió a sus seguidores al grabar una canción junto al reconocido rapero español Arkano. Con esta colaboración, titulada “Panda Style”, nos enseñó que tenía pasión por la música y la capacidad para conectar con otras formas de arte. La canción, con un ritmo pegajoso y letras que hacen referencia a su apodo, se convirtió en un pequeño himno entre sus fans.
- Monitor de campamento infantil en su juventud
Antes de consolidarse como futbolista profesional, solía pasar sus veranos trabajando como monitor en campamentos infantiles. En su tierra natal, Santiago de Compostela, se dedicaba a organizar actividades, juegos y excursiones para niños, mostrando desde joven su lado cercano y comprometido.
- Aficionado a los videojuegos de estrategia
Cuando no está entrenando o compitiendo, Borja es un apasionado de los videojuegos, especialmente de aquellos que requieren estrategia y planificación, como Civilization o Age of Empires. Ha confesado en entrevistas que puede pasar horas inmerso en estos juegos, diseñando tácticas y gestionando recursos.
- Comprometido con la salud mental en el deporte
En 2019, Borja participó activamente en una campaña promovida por LaLiga y varias organizaciones para visibilizar la importancia de la salud mental en el deporte. Como embajador, compartió su propia experiencia sobre la presión que enfrentan los futbolistas y la necesidad de normalizar las conversaciones sobre el bienestar emocional.
- Un tatuaje que rinde homenaje a su apodo
El apodo de “el Panda” no solo es un símbolo de su fuerza y carisma, sino que también está inmortalizado en su piel. Borja lleva un tatuaje de un panda en el brazo, un diseño que eligió como guiño a este sobrenombre que lo ha acompañado desde sus inicios en el fútbol profesional.
La prueba que el fútbol es más que un deporte
Borja Iglesias combina goles con una lucha incansable por la justicia. Sus tantos en el Betis llenan titulares, pero su impacto social pesa aún más. Contra la homofobia y el racismo, él no duda en actuar. Y eso lo hace único en un mundo a veces gris. Parece que este “Panda” nos enseña algo clave. El fútbol no solo vive de victorias, vive de personas que lo hacen mejor.