
Entender el concepto de stake es fundamental para involucrarse en las apuestas deportivas con seriedad y responsabilidad.
El stake es básicamente el dinero que se apuesta, pero en el medio entra en juego el grado de confianza que el apostante tiene con relación a la selección elegida.
Esa confianza, que tendrá un papel clave al momento de determinar el stake, se evaluará con una puntuación que va del 1 al 10, siendo 1/10 el mínimo nivel de confianza y 10/10, el máximo.
Independientemente de la seguridad que se pueda tener en torno a una apuesta, lo ideal es no arriesgar más del 5% de nuestro banco, sobre todo si se trata de un principiante. En esa escala, el stake 1/10 puede corresponder al 0.5% de la banca y 10/10 al 5%, aumentando 0.5% por cada punto.
De cualquier modo, asignar un stake es algo muy personal y parcial, al igual que la importancia que se le da a la confianza, que muchas veces puede estar influenciada por la intuición o una mera corazonada.
Para un manejo sensato y equilibrado del dinero, el stake de la mayoría de las apuestas debería rondar entre 4 y 6.
Cuánto apostar
Llega el momento de determinar el monto de dinero que conviene poner en juego según la apuesta. Para ello, antes hay que comprender otro concepto: el de full stake, que viene a ser el máximo porcentaje de la banca que puede invertirse en una apuesta.
Como dijimos más arriba, el 5% es la alternativa más responsable en ese sentido, aunque el full stake también puede ser del 10%.
Con el stake asignado y precisado el full stake, sólo resta llevar a cabo esta fórmula: (stake x banca x full stake) / 10.
Entonces, suponiendo que tenemos un stake de 5, 300 euros en el banco y, como buen principiante, un full stake del 5%, la cuenta sería la siguiente: (5 x 300 x 5%) / 10. El resultado es 7.5, lo que indica que 7,5 euros sería un monto adecuado para apostar en esa ocasión.
La administración del banco
Lógicamente, el manejo del dinero es uno de los factores más importantes a la hora de marcar el éxito o el fracaso en el mundillo de las apuestas. Es por ello que la asignación del stake debe ser un trabajo absolutamente pensado y analizado con el fin de siempre «dar en el clavo».
Los apostantes más conservadores casi siempre optan por stakes bajos, con lo cual juegan poco dinero, mientras que los más osados se inclinan habitualmente por stakes altos. Lo más recomendable es hallar una armonía y un equilibrio que permitan encontrar el stake indicado que cada apuesta tiene.
Esto significa que la estrategia del stake plano, que consiste esencialmente en otorgar siempre el mismo stake, no es aconsejable. Así como la confianza y el valor de una apuesta varían, también debe variar el stake.
Por otro lado, están los stakes dinámicos, en los que el porcentaje del banco asignado se incrementa o disminuye a medida que el stake sube. Entre esas dos variantes, la más común es la del aumento, ya que la de la reducción no tiene mucho sentido común.
Paralelamente, existe el stake progresivo: en este caso, el crecimiento y la baja del stake responden a la ganancia o la pérdida de una apuesta, respectivamente.
Si de orden, control y administración se trata, vale la mención del Criterio de Kelly, creado por John Larry Kelly en 1956 con el fin preciso de determinar el stake. Este sistema llega al porcentaje de la banca que es apropiado apostar a través de una fórmula puntual: Cuota x (Probabilidad estimada/100) -1 / (Cuota -1) x 100.
Tomando como ejemplo una cuota de 2.40 y una probabilidad estimada de éxito del 50%, debería realizarse el siguiente cálculo: 2.40 x (50/100) – 1 / (2.40 -1) x 100.
El resultado es 14,28, por lo que, según Kelly, para esa apuesta habría que jugar el 14,28% de la banca. Este procedimiento requiere la mayor exactitud posible en la estimación de la probabilidad.
Cuantificar el stake
El stake puede ser lineal o exponencial. El lineal es usual y fácil de entender. Con un full stake del 10%, el stake 1 corresponderá al 1% del banco, el 2 al 2% y así sucesivamente. Su sencillez lo hace recomendable para aquellos apostantes que se están iniciando.
Por su parte, el exponencial propone un juego bastante conservador para los stakes bajos y apuestas más arriesgadas cuando se trata de stakes altos.
En el stake lineal, para un stake 10 se invierte el doble que en una apuesta con stake 5, mientras que en el exponencial se destina mucho más del doble.
Cuando la inversión en un stake 5 puede andar por los 3 euros, con un stake 10 es posible que alcance los 30.