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Sistema de apuestas de progresión negativa: recuperar pérdidas

Sistema de apuestas de progresión negativa

Con su origen en la ruleta, existen diversos sistemas de progresión negativa que han sido debidamente adaptados a las apuestas deportivas.

A modo de resumen, la base de los sistemas de progresión negativa radica en aumentar el monto (doblarlo, por ejemplo) que se apuesta después de perder y reducirlo tras un acierto.

Si bien este tipo de estrategias cuenta con muchos detractores por el hecho de que una mala racha puede complicar seriamente nuestra actividad, también es cierto que, a la larga, esto se puede revertir, aunque no hay ninguna garantía ya que en el mundo de las apuestas no hay nada 100% seguro.

A la hora de buscar ejemplos que representen la esencia de esta metodología, la Martingala y d’Alembert son dos sistemas muy populares.

Ambos serán desarrollados más adelante para entender detenidamente sus conceptos más importantes, así como las ventajas y las desventajas que conllevan. También pueden mencionarse la Sucesión de Fibonacci, el Hollandish y el Labouchere, entre otros.

Pros y contras

Para los apostantes que se encuentran respaldados por un buen banco, los sistemas de apuestas de progresión negativa constituyen indudablemente una muy buena alternativa.

Si se realizan los análisis y estudios correspondientes con respecto al evento elegido, a los cuales hemos hecho alusión más de una vez en capítulos anteriores, es realmente difícil que una racha adversa se sostenga demasiado en el tiempo. Esto significa que lograr beneficios sólo dependerá de la paciencia y la constancia.

Por supuesto que, del mismo modo que estos sistemas pueden servir para recuperar pérdidas, el riesgo de quiebra siempre está latente. Es una realidad que no se puede ni conviene omitir, ya que la posibilidad de la bancarrota forma parte del juego desde el comienzo.

Para contrarrestar esto, el consejo pasa por escoger la apuesta de manera muy cuidadosa y pensada. No se trata de un sistema mágico que funciona infaliblemente.

Entonces, más allá de todo lo positivo que con lleva recuperar las pérdidas, la información, el oportunismo y la serenidad serán claves para que este sistema genere buenos dividendos de forma continua.

Martingala

Sistema reconocido en el mundillo de la ruleta y el juego en general, la Martingala es una de las progresiones negativas más afamadas.

Consiste básicamente en estipular un monto inicial y duplicarlo a la siguiente apuesta en caso de derrota. Mientras tanto, si se gana, se regresa al comienzo.

Para ejemplificarlo, supongamos que la primera apuesta es de 1 euro. Si perdemos, la siguiente será de 2, y si volvemos a perder, la tercera será de 4 euros. Así, sucesivamente. Si en la cuarta finalmente ganamos, en la quinta volvemos a apostar 1 euro.

Para que la Martingala se desarrolle con equilibrio y no altere bruscamente el estado del bankroll, es fundamental el comportamiento adecuado del apostante.

Como primera medida, no es un sistema recomendado para principiantes porque requiere un alto grado de investigación previa e implica tomar riesgos que muchas veces pueden ser grandes.

Una de las variantes más comunes de la Martingala en el fútbol se sostiene en apostar por el empate de un equipo puntual en jornadas sucesivas hasta que se dé.

Una de las contras número uno de esta estrategia reside en las malas rachas, cuyas dos características primordiales son contundentes: no sabemos cuándo llegan y tampoco por cuánto tiempo se quedan.

Asimismo, una mala racha puede llegar a necesitar de una inversión tan abultada que supere el límite permitido por la casa de apuestas. En ese caso, el destino será ineludible: pérdidas y posible quiebra.

Progresión d’Alembert

Este sistema se desprende del Tratado de la Dinámica, publicado por el matemático francés Jean le Rond d’Alembert en 1743, el cual plantea que el resultado de la suma entre las fuerzas externas y las fuerzas de inercia que ejercen sobre un cuerpo dan forma a un sistema de fuerzas de equilibrio.

A partir de ello, trasladando dicha definición al ámbito de las apuestas deportivas, podemos afirmar que, en el largo plazo, existe un equilibrio entre los pronósticos acertados y los erróneos.

La estrategia en sí apunta a agregar una unidad luego de una apuesta fallada y restar una unidad después de cada acierto.

A diferencia de la Martingala, el Sistema d’Alembert puede disminuir en algún punto las consecuencias que habitualmente generan las rachas negativas.

Para que así sea, un buen consejo es establecer límites y respetarlos de manera inflexible, además de apostar mayoritariamente por los favoritos; estos dos factores reducirán las posibilidades de sufrir una mala racha extensa.