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Cómo sobrellevar una mala racha en las apuestas

Cómo sobrellevar una mala racha en las apuestas

Las series de resultados negativos en el mundillo de las apuestas deportivas son inevitables y la capacidad para saber afrontarlas es determinante en el propósito de salvar la economía de nuestro banco.

Es bueno tener claro que un apostante no es malo por transitar una racha adversa sino por no manejar esa situación de manera correcta.

El factor psicológico constituye un papel esencial en esta cuestión, ya que entra en acción la forma de reaccionar que cada persona tiene en función de las circunstancias que atraviesa.

Entonces, al preguntarse cómo sobrellevar una mala racha en apuestas, el jugador debe entender como primera medida que nunca se recomienda intentar una apuesta heroica para recuperar todas las pérdidas en un solo clic.

A partir de allí, las variantes para lidiar con la crisis son muchas: cambiar la estrategia de juego, bajar el stake, incrementar el nivel de cautela e incluso hacer una pausa como para dejar que pase el temblor.

Autocrítica y autocontrol

Las malas rachas llegarán en algún momento y hay que estar preparado para ello; sobre todo, en lo que a la cabeza refiere.

De este modo, vale comenzar por la aceptación de la derrota, tomándola como una posibilidad latente desde el vamos y sabiendo que puede aparecer repentinamente para quedarse, aún en medio de un período positivo.

Así, el periplo durante el mal andar será mucho más fácil y cómodo en general, aunque habrá que ayudar aportando paciencia, tranquilidad y frialdad.

Los grandes favoritos pueden perder y eso nunca debe escaparse del análisis. De todas formas, echarle la culpa al factor azar debe tener sus límites, ya que en determinada instancia resultará necesario mirar para adentro y detectar los errores propios para corregirlos y tratar de no repetirlos.

Paralelamente, los apostantes tienen que luchar contra ciertas conductas autodestructivas que a veces irrumpen en medio de estas malas rachas.

Algunos ejemplos de este comportamiento: apostar porcentajes elevados en el intento de recuperar lo perdido, meterse en eventos desconocidos y dejar de analizar adecuadamente en la previa.

Limitar las pérdidas

Todo es válido a la hora de reducir las consecuencias negativas de una mala racha.

Al estudiar y observar las fallas que derivaron en los resultados adversos puede surgir que un deporte puntual haya sido clave en las pérdidas.

En ese caso, no está demás descartarlo, al menos por un tiempo. Otro consejo radica en aminorar el ritmo de apuestas, a la espera de que la suerte empiece a cambiar.

En definitiva, en una mala racha con todas las letras, a menos ritmo de juego, menor será la gravedad de las pérdidas.

Con relación al stake, no debe temblar la mano para bajarlo en cuanto sea necesario, hasta que el rendimiento se regularice un poco y lentamente regresen los aciertos.

En ese sentido, no hay que perder de vista que las malas rachas no avisan de su llegada y tampoco existen certezas sobre cuánto tiempo permanecerán.

El cambio de estrategia también es una opción, aunque no tendría que ser la primera. Fundamentalmente, si se trata de una táctica que en otro momento funcionó y dio buenos frutos.

Registro de las apuestas

Además de ahondar en los posibles errores en materia de decisiones estratégicas y análisis, una buena forma de hacer autocrítica es llevar el registro de cada una de las apuestas realizadas.

Un profundo seguimiento de las apuestas efectuadas (las ganadas y las perdidas) puede servir para estudiar la estrategia empleada y mejorarla, así como también para ver ciertas cosas con antelación.

Por ejemplo, justamente, anticiparse a una mala racha.