Para ingresar en el mundillo del juego con el pie derecho resulta primordial optar por una compañía seria, la cual nos cierre y convenza desde todos los puntos analizables; o, al menos, desde los que consideremos más importantes.
Teniendo en cuenta que se trata de la piedra fundamental en la aventura de apostar, subestimar o apurar esta decisión puede ser un gran error de cara al futuro.
Por ello, vale interiorizarse con respecto a cómo elegir una buena casa de apuestas y en qué factores basarse para dar en el clavo, sin dejar de lado que la valoración de cada uno de ellos es absolutamente subjetiva y personal.
Fiabilidad y seguridad
El primer paso es corroborar que el operador sea confiable y responsable, y que cuente con una trayectoria lo suficientemente destacada.
Por supuesto que tiene que ser una empresa que opere dentro de la ley; en el caso de España, esto se puede chequear fácilmente a través de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ).
Según su propia página web, la DGOJ ejerce las funciones de regulación, autorización, supervisión, control y, en su caso, sanción de las actividades de juego de ámbito estatal.
Esta cuestión es esencial por el simple hecho de que la casa de apuestas dispondrá de todos nuestros datos personales y, dependiendo del caso, los de tarjetas de crédito, cuentas bancarias y otros sistemas de transferencia de divisas.
En ese sentido, es recomendable indagar tanto en los métodos disponibles para depositar como para retirar dinero.
Y lo mismo sucede con la atención al cliente, básica para estar bien cubierto ante cualquier eventualidad.
Gama de apuestas
Una vez realizada la elección, ya puede comenzar el análisis de otra clase de elementos.
Por ejemplo, la variedad de eventos deportivos ofrecidos, así como los tipos de apuestas a los que es posible acceder. Probablemente, deportes como el fútbol hoy se encuentren de manera muy completa en las casas de apuestas más importantes.
Lo cierto es que existen otros, generalmente menos populares, que no son atendidos de la misma forma por todas las compañías.
Entonces, la trascendencia de este punto dependerá sobre todo de los intereses de cada usuario.
Los aficionados al ciclismo, los dardos y los deportes de invierno, sólo por mencionar tres prototipos con menor publicidad que el fútbol y el tenis a nivel mundial, seguramente deberán investigar un poco más que los apostantes “tradicionales”.
De cualquier modo, éstos últimos tendrán que prestar especial atención a los mercados, muchas veces desiguales aún en deportes mayoritarios.
Apuestas en vivo
Desde hace ya un tiempo que las apuestas en tiempo real se han impuesto como las más atractivas y entretenidas para gran parte de los jugadores.
Es lógico, si se toman en cuenta la dinámica, la adrenalina y el cambio constante que marcan el ritmo de esta modalidad. Sin dudas, este factor debe ser especialmente valorado a la hora de elegir una buena casa de apuestas.
Por la incesante variación de las cuotas, se trata de una forma de jugar muy interesante para lograr buenos beneficios.
Puntualmente con relación a las apuestas live, se debe poner el ojo en el funcionamiento del sistema, la interfaz de usuario, la accesibilidad a los diferentes eventos y sus respectivas apuestas, y también en la precisión con la que está presentado el contenido en la pantalla.
Estos asuntos facilitarán el moverse con cierta velocidad dentro del sitio, aprovechar las buenas oportunidades y poder cerrar apuestas a tiempo; en definitiva, incrementarán las posibilidades de obtener ganancias.
Cuotas
Ante todo, vale dejar en claro que no existe una casa de apuestas que siempre publique las mejores cuotas del mercado.
Esto fluctúa y es por ello que resulta conveniente estar registrado en más de un operador.
Al mismo tiempo, es cierto que puede ser complicado controlar el movimiento de las cuotas en muchas páginas simultáneamente. Sin embargo, darse de alta en tres casas de apuestas puede ser productivo a largo plazo.
En primer lugar, permitirá sacar tajada de la mejor opción en cada evento y, por consiguiente, aumentar los ingresos.
En este tema, más allá de las cuotas en sí, lo ideal es llevar a cabo el cálculo de probabilidad explicado anteriormente para determinar el margen de beneficios con el que especula cada casa.
